viernes, 16 de marzo de 2018

Movilización por el cierre de Ferrobaires Mil puestos de trabajo en peligro


Organizaciones sindicales y políticas se movilizaron a la Casa de Gobierno bonaerense para denunciar los despidos masivos en el sector ferroviario por el cierre de Ferrobaires y el traspaso del control de esas líneas al área del Ministerio de Transporte nacional. El traspaso se concretó esta mañana, como la había dispuesto al gobernadora María Eugenia Vidal en enero pasado, y se materializó en el envío de 650 telegramas de despido, que se suman a un centenar de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, por el cierre de 104 estaciones de ferrocarril de pueblos bonaerenses.

"Hoy se hace esta marcha porque es el cierre definitivo de Ferrobaires y para exigir a la Gobernación la reapertura de ramales, ya que hay 104 pueblos sin trenes", expresó Alfredo Fornaro, supervisor general de Ferrobaires desde hace 20 años e integrante de Unión Ferroviaria, Lista Bordó. El ferroviario confirmó la lluvia de telegramas de despidos enviados tras el cierre del organismo provincial y aseguró que  al "Gobierno no le interesa el tren de pasajeros, solo quieren el de carga".

Hasta la Casa de Gobierno bonaerense llegaron los dirigentes de la Unión Ferroviaria —opuestos a la conducción del secretario general Sergio Sasia—, trabajadores ferroviarios del Belgrano Norte, del Sarmiento y de las ciudades de Bahía Blanca, Tandil y Bragado. Además acompañaron la protesta  organizaciones sociales que defienden el servicio de pasajeros hacia los pueblos bonaerenses y partidos de izquierda, la CTA y Barrios de Pie. 

“Pedimos que nos transfieran a la Nación o que nos ubiquen en otro organismo de la provincia”, dijo Raquel Chazarreta, empleada de esa empresa y abogada mediadora entre un grupo de trabajadores y Ferrobaires. “Espero que eviten este desastre que están provocando en los trabajadores”, subrayó en diálogo con La García.

El cierre de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial había sido firmado por María Eugenia Vidal en un decreto del Poder Ejecutivo bonaerense publicado el 22 de enero pasado y desde entonces se abrió en la empresa un programa de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, a las que adhirió un bajo porcentaje de trabajadores, pero que totalizarían, junto a los trabajadores a los que les llegaron los telegramas de despido, el cierre de unos 1300 puestos de trabajo. 

Frente al ajuste ferroviario, fuentes del gobierno bonaerense rechazaron que se vayan a producir esa cantidad de despidos e indicaron que "un equipo de Nación y provincia que está trabajando en forma personalizada con los trabajadores que no pasaron a Nación con la transferencia de Ferrobaires". Y sinceraron que "hay una gran cantidad" en condiciones de jubilarse, por lo que en la mesa de trabajo con Nación también están sentados representantes del Anses. 

En cuanto a la denuncia del cierre de 104 estaciones en los pueblos bonaerenses, el Ministerio de Transporte indicó a Télam que los destinos están "suspendidos"  y que "se están evaluando las condiciones del ramal, con foco en la seguridad, que es el eje prioritario de un servicio de transporte".

Uno de los gremios que salió a denunciar el "vaciamiento" del servicio de pasajeros bonaerense fue la Asociación de Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos (Apdfa). En los meses en los que la gestión de Vidal negoció con el gobierno nacional el traspaso de Ferrobaires Apdfa se convirtió en el quinto gremio intervenido por el gobierno de Mauricio Macri. El que concretó esa determinación fue el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, mediante una resolución en la que explica que la decisión fue tomada por supuestas irregularidades en la elección de autoridades.

A pesar del bajo perfil con el que se manejo el achique de Ferrobaires y las tenues advertencias de la Unión Ferroviaria, conducida por Sasia, los despidos en Ferrobaires fueron denunciados ayer durante el informe de gestión del jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Cámara de Diputados. Durante su exposición, el funcionario negó que hubiera despidos en esa empresa. La respuesta no se hizo esperar. El titular del bloque del Frente para la Victoria (FpV), Agustín Rossi, lo cuestionó: “Mientras nos contestaba que mantendrían la estabilidad laboral, llegaron 600 telegramas de despidos. ¿A quién le creo, a usted o a los telegramas?”

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